JUGADA DE PODER
Herencia de campeonato
Cuando Mitchell Cárdenas logró el campeonato con San Diego Sockers el torneo pasado, no sólo obtuvo uno de sus mejores logros, sino también a nivel familiar.
El defensor de los Sockers, al alcanzar la gloria con el equipo californiano, también logró emular a Alejandro, su padre, y llevar a la vitrina familiar un trofeo más de indoor soccer profesional.
Alejandro, se coronó en tres ocasiones con La Raza de Monterrey (1995, 1996 y 2000), por lo que el logro de Mitchell con los Sockers se sumó al legado familiar de los Cárdenas.
"Es un gran orgullo, primero como hijo, y después como profesional que haya conseguido esa meta importante, yo le digo que no importa a lo que juegue, siempre hay que jugar a ganar, a tener algo positivo y dar tu máximo esfuerzo", expresa el mayor de los Cárdenas.
"Cardy", como lo llamaban sus compañeros de La Raza, tras debutar con los Pumas de la UNAM y luego divagar en el medio incluso en partidos de "talacha" dio el salto al futbol rápido profesional de Estados Unidos y se convirtió en figura. Con el equipo de Monterrey fue capitán y líder de su defensa, e integró algunas otras escuadras durante más de una década de carrera, incluyendo los Sockers.
Mitchell tiene relativamente poco de jugar indoor, apenas tres años, y ya logró su primer título. Tras una destacada carrera colegial fue drafteado por el Sporting Kansas City de la MLS, aunque no le ofrecieron un contrato.
Luego emigró a México para jugar en divisiones inferiores, posteriormente fue a Guatemala y Suecia, y cuando parecía que el sueño de dedicarse al futbol profesional le daba la espalda, el indoor le "guiñó el ojo".
Genoni Martínez, ex compañero de Alejandro en La Raza, lo invitó a formar parte de los Barracudas de Río Grande Valley, en Texas, en la temporada 2018-2019 y ahí empezó todo. Luego fue a Mezquite, Texas, con los Outlaws, y posteriormente vino el llamado de San Diego.
"El indoor significa mucho para mí, me dio la oportunidad de hacer una carrera y seguir los pasos de mi papá", dice Mitchell, "el ser campeón en el indoor como él (su padre) fue algo muy bonito para la familia. Tener la experiencia de ver a mi padre salir campeón y luego que él me haya visto a mí, es algo extraordinario".
Aunque ambos jugaban como defensores, sus características son diferentes.
"Cardy", quien jugó con los Sockers en 2001 y 2002 y además fue Campeón Mundial de Indoor Soccer en 1995, fue un elemento con mucha fortaleza física, pero con gran técnica individual, liderazgo y sobre todo que ordenaba no sólo la defensiva, sino a todo el equipo desde la zona baja.
Mitchell es un jugador más alto, dinámico y con un futbol muy fino. Eso sí, ambos con una entrega desmedida por su equipo.
Mitchell, de 30 años, está iniciando su carrera en el indoor pero se le ve un futuro promisiorio.
Al menos ya comenzó a llevar trofeos a la vitrina familiar.
Toda una tradición de los Cárdenas.